Incidente
INCIDENTE EN UNA BIBLIOTECA Una muchacha rubia está inclinada sobre un poema. Con un lápiz tan afilado como una lanceta, traslada las palabras a una página en blanco y las transforma en rasgos, acentos, cesuras. Ahora el lamento de aquel poeta caído parece una salamandra devorada por hormigas Cuando lo cargamos bajo el fuego de la ametralladora, creí que su cuerpo, tibio aún, resucitaría en la palabra. Ahora, al mirar la muerte de sus palabras, sé que la putrefacción no tiene límites. Todo lo que quedará de nosotros en la negra tierra serán sílabas dispersas. Acentos sobre la nada y el polvo. ZBIEGNEW HERBERT |
3 Comments:
Me he quedado sin palabras... Me gustó.
ese lo publicó el Meneses, quién sabe cómo diablos lo consiguió, lo subí como testimonio. A BEBER A BEBER. salud
Salud! abstemios, je, je...
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