Pequeña Historia de Humo
El humo miraba a lo lejos, jugaba esgrima en el techo y la espalda se oscurecía en la luz, en el gesto de fastidio desconocido, ajeno a lo que sucedía, la cama como un mundo y la mirada concentrada en seguir el viaje del humo, tal vez interesada en un mundo blanco, en una tarde de lunes, sola y hermosa.
Alejandro Badillo
1 Comments:
Aires poéticos de nuevo... Me encantó...
Saludos, mi estimado.
Post a Comment
Subscribe to Post Comments [Atom]
<< Home