Tuesday, October 14, 2008

CIBERIADA


Ciberiada
Stanislaw Lem
Editorial Bruguera
1era edición, 1989
Traducción de Jadwiga Maurizio

La ciencia ficción, como género literario, tuvo desde sus inicios un gran derroche de imaginación y fantasía. Autores como Julio Verne, Isaac Asimov, H.G. Wells y Arthur C. Clarke dieron impulso al género y crearon una escuela que influiría en generaciones de escritores que encontraron en la ciencia ficción el campo propicio para desarrollar su escritura. El boom hizo que florecieran editoriales, convenciones y revistas. Sin embargo, al paso del tiempo, muchos escritores que cultivaron la ciencia ficción restringieron sus obras a ciertos convencionalismos del género: exóticas culturas extraterrestres, detalladas naves espaciales, robots caracterizados como héroes o villanos hollywoodenses. Así, podemos encontrar obras repletas de lugares comunes, interesadas en la complacencia de la aventura y cuyo único interés es utilizar el gancho de la fantasía fácil para fundar clubs de fans y entrar en la lista de los más vendidos. Sin embargo, a la par de la literatura fácil, hubo escritores que hicieron de la ciencia ficción un territorio sin trabas y sin géneros, un lugar de búsqueda y motivo de reflexión sobre el hombre. Autores como Philip K. Dick o Ray Bradbury emplearon alegorías y crearon mundos alternos para retratar y criticar a la sociedad. Stanislaw Lem (1921-2006), autor polaco, forma parte de este grupo de escritores que expandieron las fronteras del género. Lem, hijo de un médico, interesado en su juventud en la medicina, es autor de una obra que trasciende los convencionalismos de la ciencia ficción y la fantasía. Utilizando la fábula y una profunda mirada satírica, Lem muestra con las aventuras de sus personajes una ácida reflexión al mundo tecnologizado. "Ciberiada", obra publicada en 1965, es una colección de relatos protagonizados por dos superinventores y viajeros intergalácticos: Trurl y Claplaucio. A través de distintas expediciones por las estrellas o con sus disparatados inventos, los inventores ponen en evidencia el absurdo de la ambición, el aislamiento provocado por la tecnología. Viajando de estrella en estrella, Trurl y Claplaucio, son una especie de dioses en pugna, luchando por derrotar al otro con su técnica y conocimientos. En sus aventuras son capaces de crear estrellas, regresar el tiempo, reconstruyen universos alterando las variables los originaron. Los inventores son solicitados por reyes y soberanos de todo el universo para que utilicen su tecnología y su sapiencia para ayudarlos. Sin embargo, a las buenas intenciones de los viajeros, casi siempre sigue un caos provocado por la sed de poder y la ambición. Lem utiliza la fábula y la ironía: el progreso tecnológico ilimitado provoca el deseo de regresar a la época de las cavernas; el robot no como embajador del hombre o culminación de una sociedad que ha encontrado la solución en el "progreso", sino como un espejo donde resaltan defectos y debilidades. El autor polaco también utiliza, a imagen de los relatos de las "Mil y una noches", la fórmula de la historia dentro de la historia. Lem, justo heredero de Voltaire y de Swift, logra en cada uno de los viajes de los inventores, una fábula escondida, un aguijón que queda en el lector y que sólo puede venir de la buena literatura.

Alejandro Badillo

www.ciudadcultura.com



1 Comments:

Blogger Abigail said...

¿ese dibujo es el "lanza-niños"?

7:35 PM  

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