ZONA DESMILITARIZADA
Mi cigarro brilla y tus huesos chasquean
en la oscuridad. Ya no otra escena de tortura...
Como los hombres en las trincheras, no fumo,
no quiero delatarme al enemigo.
-Pero el tabaco está mezclado con salitre
para que se mantenga encendido... Maldigo en silencio
el risoteo nervioso de la lumbre entre mis rodillas.
No tiene sentido. Tú sabes dónde estoy
–en la silla sosteniendo cuidadoso un cenicero
con la otra mano, escuchándote...
Después de la extenuante discusión en tu coche aparcado
Descansamos del suplicio que somos el uno para el otro;
calmándonos, cada uno a su modo. –Y tú,
tú sufres de doble articulación y dolor de espalda.
Estoy acostumbrado a tus calistenias
Y al orden en que las realizas
–una serie de estiramientos y de posiciones de yoga.
Me han dicho que el líquido estalla en los cartílagos
y se convierte en gas. Sea lo que sea, te ayuda a recuperarte...
En las noches buenas, me froto las manos
y retiro la estática de tus ojos.
Esta noche no, por supuesto. Pero de todos modos
te oigo desvestirte, en este pequeño cuarto
en el que casi todas tus prendas caen a mis pies, y tú
te metes en la cama. Nos habíamos dejado de hablar,
pero ahora me pides que venga yo también a acostarme
y, mientras pienso en la bendición
de poder olvidar nuestras diferencias, acepto.
Michael Hoffman
2 Comments:
Muy bueno, mi estimado!!!
Salud!!!!
Es uno de los poetas nuevos de Inglaterra, recopilado por Letras Libres hace algún tiempo. Salud.
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