Tuesday, October 28, 2008

Francisco Tario



Francisco Tario
Cuentos completos I, II
Editorial Lectorum
1era edición, 2004

Hablar de escritores "raros" en la literatura es una tarea complicada. A los juicios sobre la obra del autor se suman vidas personales accidentadas, de reclusión, a veces trágicas, o simplemente son cuestiones más bien fortuitas, olvidos bibliográficos, menosprecios editoriales, caprichos de la República de las Letras, los que dejan la impronta de "rareza" a un escritor. El caso de Francisco Tario (1911-1977) es un ejemplo emblemático de un autor cuya "rareza" abarcó vida y obra. Tario escribió gran parte de su vida alejado de las grandes figuras literarias de la época, exceptuando esporádicos encuentros con autores como Octavio Paz (que era su vecino) y José Luis Martínez que fungió como promotor de su obra. Jugó futbol profesional en el equipo Asturias, fue dueño de un cine en Acapulco y pasó sus últimos años en España, tocando el piano, muy dolido por la muerte de su esposa, Carmen Farell, mujer cuya belleza aún recuerdan quienes la conocieron. Fuera del ámbito de su vida personal, motivo de una especie de leyenda que ha condicionado de alguna forma su lectura, Tario fue autor de una obra variada que incluye novela, cuento, teatro e, incluso, aforismo.
Ajeno a modas literarias de la época, lejano en el tiempo a los descubrimientos del "realismo mágico", Tario decidió cultivar en su narrativa elementos fantásticos donde se conjugan el terror, la locura y la marginalidad. Casi como el viajero que se interna por un camino despoblado, Tario dedicó sus libros a explorar temas ignorados o menospreciados por autores de su generación e, incluso, posteriores. Entre la producción narrativa de Tario destacan sus cuentos recopilados recientemente por editorial Lectorum. Destacan porque muestran con mayor fidelidad la poética de Tario, pero también porque, a pesar de su calidad desigual, reflejan la evolución de un autor fascinado por la muerte, la soledad, la angustia, el absurdo. En "La noche" primer libro de cuentos publicado en 1943, Tario le da voz a los desafortunados, un perro que narra la ingratitud humana mediante la debacle de su amo, un barco que narra su naufragio, un traje que cobra vida y decide dar una vuelta por la ciudad. "La noche" se distingue por la derrota de sus personajes, acentuada por una voz que narra en primera persona los detalles de su desgracia. Tario utiliza para sus cuentos elementos que bordean lo inusual, lo raro, incluso lo violento, pero la atmósfera que los rodea no es agresiva, sino al contrario, los personajes transmiten ingenuidad, cierta indefensión que parece apelar al lector y que por momentos parece excesiva. Otros libros de Tario como "Tapioca Inn, mansión para fantasmas" o "Una violeta de más" desconciertan desde su alejamiento inicial de la fórmula del cuento, en la que prevalece la intención de experimentar, el alejamiento de formas narrativas tradicionales para buscar no una historia, sino una atmósfera de desconcierto, un estado de ánimo. "Entre tus dedos helados", quizá uno de los mejores cuentos de Tario, una narración envuelta en una atmósfera onírica, es un buen ejemplo de esto. Si bien la narrativa de Tario tiene "altibajos, deficiencias técnicas que con toda justicia se le pueden imputar" como afirma Tomás Martínez Gutiérrez, académico de la UNAM que ha estudiado su obra, o como apunta Luigi Amara en su reseña sobre los Cuentos Completos: "los tanteos de Tario llegaron a desembocar algunas veces, es cierto, en lo fallido, sus resultados son irregulares y en ocasiones hasta estrafalarios sin más". La narrativa de Tario merece el rescate por su intención, porque en sus mejores momentos funciona como un principio de incertidumbre, un elemento que perturba y que forma parte de la búsqueda de la literatura.
Alejandro Badillo www.ciudadcultura.com

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Tuesday, October 21, 2008

El resplandor




Mauricio Magdaleno
El resplandor
1era edición, 2001
Editorial Lectorum

La novela de la revolución mexicana fue cultivada por una sobresaliente generación de escritores mexicanos. Algunos estuvieron directamente involucrados en la lucha revolucionaria, otros siguieron los hechos en periódicos y revistas. Los nombres de Mariano Azuela, Rafael F. Muñoz, José Vasconcelos, José Rubén Romero quedaron identificados con una literatura que dejaba las afectaciones de la época porfiriana, ensimismada con las modas europeas, para escribir obras que ponían al país frente a un espejo, retrataban la vida del pueblo en los albores del siglo pasado, las revueltas, el ocaso de un régimen y el nacimiento de una nueva clase política que se apropiaría, con el tiempo, de los ideales y lemas revolucionarios.

De esta generación de escritores destaca Mauricio Magdaleno (1906-1986). El autor fue periodista durante gran parte de su vida, docente, funcionario público, militante en las filas del Vasconcelismo, autor de obras de teatro, de novelas y de cuentos. En la efervescencia del cine mexicano de los años cuarenta, Magdaleno se incorporó en la industria cinematográfica trabajando como guionista de películas emblemáticas de la época de oro como "Río escondido", e incluso, llegó a dirigir cuatro películas. Sin embargo, a pesar de sus múltiples intereses, Magdaleno es recordado por "El resplandor", una de las novelas mayores de la Revolución Mexicana, publicada en 1937. La trama se desarrolla en el pueblo de San Andrés de la Cal, en el valle del Mezquital en el estado de Hidalgo, una de las zonas más pobres y olvidadas del país. San Andrés de la Cal —pueblo habitado por Otomíes— es, en su desamparo, la muestra de una larga historia de explotación y violencia hacia los pueblos indígenas. Mediante la historia de un huérfano de la revolución, adoptado por el pueblo, Magdaleno escribe la historia de San Andrés de la Cal, lugar, como tantos otros, donde los dueños de las mejores tierras son hacendados descendientes de españoles y en el que los indígenas sólo tienen cabida como carne de cañón o mano de obra barata. El huérfano, por un golpe de fortuna, es llevado a la capital para instruirse y, en un futuro promisorio, regrese al pueblo para ayudarlo a cambiar su suerte. El huérfano regresa años después, convertido en candidato a gobernador, pero la ventura del político sólo se traduce en promesas nunca cumplidas, en la postergada construcción de una presa que paliaría los efectos de la pobreza de los indígenas. El candidato, fiel a la costumbre del régimen político que funda la revolución y que dura largas décadas en el poder, repite la historia de despojo y violencia que marca la vida del país desde la Colonia. Novela de "agonía social", con gran calidad literaria, escrita sin concesiones, que no cae en la trampa de una idealización barata del indígena, sino como resultado de un proceso de ignorancia y abusos, "El resplandor" da cuenta, más allá de las anécdotas de la lucha revolucionaria, la historia de ambición y poder de la clase política que fue la única beneficiaria de la Revolución Mexicana y que abonó, sobre todo en los pueblos indígenas, a más años de desconfianza, odio y sangre.

Alejandro Badillo

www.ciudadcultura.com








Tuesday, October 14, 2008

CIBERIADA


Ciberiada
Stanislaw Lem
Editorial Bruguera
1era edición, 1989
Traducción de Jadwiga Maurizio

La ciencia ficción, como género literario, tuvo desde sus inicios un gran derroche de imaginación y fantasía. Autores como Julio Verne, Isaac Asimov, H.G. Wells y Arthur C. Clarke dieron impulso al género y crearon una escuela que influiría en generaciones de escritores que encontraron en la ciencia ficción el campo propicio para desarrollar su escritura. El boom hizo que florecieran editoriales, convenciones y revistas. Sin embargo, al paso del tiempo, muchos escritores que cultivaron la ciencia ficción restringieron sus obras a ciertos convencionalismos del género: exóticas culturas extraterrestres, detalladas naves espaciales, robots caracterizados como héroes o villanos hollywoodenses. Así, podemos encontrar obras repletas de lugares comunes, interesadas en la complacencia de la aventura y cuyo único interés es utilizar el gancho de la fantasía fácil para fundar clubs de fans y entrar en la lista de los más vendidos. Sin embargo, a la par de la literatura fácil, hubo escritores que hicieron de la ciencia ficción un territorio sin trabas y sin géneros, un lugar de búsqueda y motivo de reflexión sobre el hombre. Autores como Philip K. Dick o Ray Bradbury emplearon alegorías y crearon mundos alternos para retratar y criticar a la sociedad. Stanislaw Lem (1921-2006), autor polaco, forma parte de este grupo de escritores que expandieron las fronteras del género. Lem, hijo de un médico, interesado en su juventud en la medicina, es autor de una obra que trasciende los convencionalismos de la ciencia ficción y la fantasía. Utilizando la fábula y una profunda mirada satírica, Lem muestra con las aventuras de sus personajes una ácida reflexión al mundo tecnologizado. "Ciberiada", obra publicada en 1965, es una colección de relatos protagonizados por dos superinventores y viajeros intergalácticos: Trurl y Claplaucio. A través de distintas expediciones por las estrellas o con sus disparatados inventos, los inventores ponen en evidencia el absurdo de la ambición, el aislamiento provocado por la tecnología. Viajando de estrella en estrella, Trurl y Claplaucio, son una especie de dioses en pugna, luchando por derrotar al otro con su técnica y conocimientos. En sus aventuras son capaces de crear estrellas, regresar el tiempo, reconstruyen universos alterando las variables los originaron. Los inventores son solicitados por reyes y soberanos de todo el universo para que utilicen su tecnología y su sapiencia para ayudarlos. Sin embargo, a las buenas intenciones de los viajeros, casi siempre sigue un caos provocado por la sed de poder y la ambición. Lem utiliza la fábula y la ironía: el progreso tecnológico ilimitado provoca el deseo de regresar a la época de las cavernas; el robot no como embajador del hombre o culminación de una sociedad que ha encontrado la solución en el "progreso", sino como un espejo donde resaltan defectos y debilidades. El autor polaco también utiliza, a imagen de los relatos de las "Mil y una noches", la fórmula de la historia dentro de la historia. Lem, justo heredero de Voltaire y de Swift, logra en cada uno de los viajes de los inventores, una fábula escondida, un aguijón que queda en el lector y que sólo puede venir de la buena literatura.

Alejandro Badillo

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Monday, October 06, 2008

Próximo sábado


Bacanal cumpleañera el próximo sábado. Interesados escribir para más detalles...


El favorito de Cocteau


El baile del conde de Orgel

Raymond Radiguet

Ediciones Espuela de Plata

1era edición, 2007

Traducción de Luis Ignacio Bertran

Raymond Radiguet (1903-1923) cosechó durante su corta vida elogios y adulaciones del ambiente intelectual parisino de principios del siglo pasado. Hijo de un dibujante, mostró desde la infancia una marcada afición a la literatura. A los quince años abandona el hogar para dedicarse al periodismo. En París, comienza a relacionarse con pintores, escritores e intelectuales. En 1918, Jean Cocteau, el polifacético artista francés, descubre a Radiguet e inicia con él una estrecha relación que recordaría las pasiones desbordadas de Verlaine por Rimbaud. Cocteau, impresionado por el talento de Radiguet, no duda en calificarlo como genio; es bajo su tutela, que el joven autor gana premios y fama. Comparado a menudo con Arthur Rimbaud por la juventud y la precocidad de su talento, Radiguet escribió algunos poemas publicados en revistas y dos novelas: “El diablo en el cuerpo” publicada en 1923, y “El baile del conde de Orgel” editada un año después de su muere. Los motivos de la literatura de Radiguet son el amor y la imposibilidad de alcanzarlo. En “El diablo en el cuerpo”, su primera novela, aborda con mirada meticulosa los avatares de un romance trágico. Criticada en su momento por la velada crítica que hace el autor al belicismo (la guerra es vista como impedimento para la felicidad de los amantes), en una época en que Francia estaba recuperándose de la Primera Guerra Mundial, la novela fue saludada con entusiasmo por escritores como Max Jacob y Paul Valéry. “El baile del conde de Orgel” muestra el talento de Radiguet para retratar las sutilezas y miserias de las relaciones humanas. Mediante un triángulo amoroso compuesto por El conde de Orgel, su esposa Mahaut de Orgel y François de Séryeuse, el joven amante inseguro, desbordado por sus emociones; Radiguet muestra el progresivo enamoramiento de Mahaut con el joven y los sentimientos de culpa que la agobian. El conde de Orgel, permanece indiferente al sutil romance, lleno de palabras secretas, movimientos apenas perceptibles pero que tienen, a ojos de los amantes, pleno significado. Radiguet, refleja la psicología de los personajes con malentendidos, cartas, silencios. La narración sigue el desarrollo del triángulo amoroso mientras el autor intercala comentarios, como un naturalista observando de lejos las costumbres de una nueva especie de insectos. Madame de Orgel, ante la total indiferencia de su marido, se llena de sentimientos de culpa por la atracción que siente hacia el joven amante. Cerca del desenlace, en una reunión que proyecta el conde de Orgel para planear un baile, Mahaut tratará de poner fin al romance. El telón de fondo para los personajes de Radiguet es la aristocracia, la alta sociedad parisina que analiza con minucia y a la cual pudo tener acceso gracias a sus correrías con Jean Cocteau. “El baile del conde de Orgel” es, a pesar de la juventud del autor y de ciertas ingenuidades propias de un escritor poco experimentado, una obra de indudable calidad, que muestra un notable talento para el análisis sutil y la descripción de personajes. Es probable que Radiguet, muerto a los veinte años víctima de la fiebre tifoidea, hubiera escrito en su madurez obras de mayor importancia para la historia de la literatura europea del siglo pasado.

Alejandro Badillo

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