Friday, March 17, 2006

EL ORIGEN DE TONY CURTIS

"Cuando rechina la puerta y el brazo del enfermero lo obliga a entrar al consultorio, Pupi abre lentamente los ojos, sus párpados dejan la cautividad del sueño y reciben la primera luz del día.
Pupi examina el lugar en que se encuentra. Las persianas cerradas crean una penumbra imposible a esa hora, pasea la mirada por las hendiduras profundas del sillón de piel; en una pecera redonda, un pez dorado, de ojos saltones, desplaza su gordura por la cortina de burbujas que emergen de su boca y que llegan en forma de espuma a la superficie. Indeciso sobre la actitud que debe tomar, Pupi se limita a quedarse parado, como un soldado nervioso en espera de su primera misión. Gira el cuello. En la pared, un mapamundi antiguo muestra en el Mare Pacificum un barco sometido al ataque furioso de un monstruo marino. La luz que se cuela por las rendijas de las persianas le da movimiento al mar, hace impreciso el borde de los continentes. El enfermero acerca una silla. Sin necesidad de instrucciones Pupi se sienta. Clava los ojos en la máquina eléctrica: llaman su atención las teclas negras, la palanca metálica que hace girar el rodillo. El sonido de agua corriendo por las tuberías distrae a Pupi. Al lado derecho, una pequeña puerta se abre, aparece la figura del doctor secando sus manos con una toalla.
–¿Cómo estás? –pregunta mientras inclina el cuerpo para sentarse. Las ruedas del sillón rechinan, el pez explora con curiosidad las valvas rosadas de una ostra de plástico.
Pupi no sabe qué responder y se limita a observar el cristal color humo que cubre la mesa y que por instantes refleja el apergaminado rostro del doctor. Se siente acorralado y trata de hundirse en su silla, desaparecer para siempre en las tierras ignotas del mapamundi que ahora permanecen quietas en la penumbra. El doctor suspira.
–Siempre tímido... ¿no es así?
Abre un cajón. Con los dedos recorre hábilmente las hojas que abultan un fólder tamaño oficio. Al llegar al archivo correcto detiene su búsqueda, saca del bolsillo de la bata unos lentes. Pupi mueve impaciente los pies mientras el doctor murmura el contenido de la hoja.
–Trataste de morder a la enfermera Doris... –dice al llegar a la anotación del día anterior; el tono serio de su voz no evita que un ligero toque paternal suavice el final de la última palabra.
Pupi tartamudea. Mira al enfermero tratando que lo ayude a explicarse pero éste permanece inexpresivo, parado como estatua al lado de la puerta. El doctor malabarea entre sus dedos una pluma escurridiza; apresándola al fin entre el pulgar y el índice, escribe algo en el documento. Un instante de luz parpadea en el consultorio, hace brillar las escamas del pez. El doctor cierra el fólder, se levanta, destapa un frasco y esparce generosamente su contenido en la pecera. El agua se enturbia, las aletas largas y vaporosas se revuelven en el polvo fino que flota a la deriva. Pupi se asusta, imagina que el pez agoniza en movimientos lentísimos, exasperantes. Sin reparar en la reacción que ocasiona en su paciente, el doctor le dice:
–¿Ya conoces a Tony Curtis? Es un viejo solitario como yo. Se ha comido todos los peces que le he puesto. Pupi asiente tímidamente mientras contempla en la pared el diploma donde el doctor –muy joven, de patillas largas, vestido con un traje de solapas anchas– ostenta la pose orgullosa de un recién graduado. Apenas unos centímetros abajo, un pequeño reconocimiento proclama con grandes letras doradas: “Para Tony Curtis, el mejor pez del mundo”.
Alejandro Badillo (Fragmento del cuento "Figuras de azul")

Tuesday, March 14, 2006

The Piano Has Been drinking



















Una canción de Tom Waits que se está convirtiendo en obligatoria entre los hijos de Bukowski:

El piano ha estado bebiendo
Mi corbata está dormida
Y la banda se ha ido a Nueva York
La máquina tocadiscos tiene que ir a mear
Y la alfombra necesita un corte de pelo
Y el foco parece la fuga de una prisión
Porque el teléfono no tiene cigarrillos
Y la terraza se ha ido a ligar
Y el piano ha estado bebiendo
El piano ha estado bebiendo
Y todos los menús están helados
Y el iluminador está ciego de un ojo
Y no puede ver con el otro
Y el afinador de pianos lleva un audífono
Y se presentó con su madre
Y el piano ha estado bebiendo
El piano ha estado bebiendo
Y el matón sabe lucha japonesa
Pero es un enclenque cobarde
Y el dueño es un corto mental
Con el coeficiente de inteligencia del poste de una valla
Porque el piano ha estado bebiendo
El piano ha estado bebiendo
Y no puedes encontrar a tu camarera
Con un detector de raidiactividad
Y ella te odia a ti y a tus amigos
Y no puedes conseguir tu trago sin ella
Y la taquilla está babeando
Y los taburetes están ardiendo
Y los periódicos están haciendo el tonto
Y los ceniceros están jubilados
Porque el piano ha estado bebiendo
El piano ha estado bebiendo
El piano ha estado bebiendo
No yo, no yo, no yo, no yo, no yo

Sunday, March 12, 2006

Tom Sharpe y yo

Como en las últimas 24 horas de mi vida el destino ha combinado con malicia distintos acontecimientos para hacerme parecer culpable de un crimen que no cometí, sólo me queda, como absurdo consuelo, subir la ficha biográfica de Tom Sharpe. Escritor que bien podría utilizar mi historia para una nueva novela. Una bicicleta roja antigua, la compra de un café en un Oxxo a la 1 de la mañana y un paquete dejado por Satanás fueron los ingredientes para hacerme caer en la trampa. Desde aquí exijo justicia. Algún día haré un cuento con esta tragi-cómica historia para delicia de chicos y grandes. Van los datos del maestro Tom Sharpe, para que lean algo instructivo bellacos. Salud.

Escritor inglés nacido en Londres. Hijo de un ministro de la iglesia anglicana, fue criado en Croydon y educado en internados. Se escapó de la Bloxham School en Buckinghamshire y después estudió en Cambridge hasta 1951. Ejerció la docencia en Johannesburgo (Sudáfrica), allí fue ingresado en la prisión de Maritzburg acusado de político subversivo y comunista peligroso y más tarde expulsado por actividades antigubernamentales. Entre 1963 y 1972 fue profesor de historia en el Cambridge College of Arts and Technology. Inició su carrera literaria como autor teatral y, aunque sus 9 obras se representaron, sus éxitos más sonados corresponden a sus novelas, cargadas de un sutil y fino sentido del humor que lo sitúan en la mejor tradición inglesa del género. Entre sus obras destacan, Reunión tumultuosa (1971), Exhibición impúdica (1973), basadas en experiencias de su vida en Sudáfrica; Zafarrancho en Cambridge (1974), El temible Blott (1975), Wilt (1976), La gran pesquisa (1977), El bastardo recalcitrante (1978), Las tribulaciones de Wilt (1979), Vicios ancestrales (1980), Una dama en apuros (1983), Animo Wilt (1985), Becas flacas (1993) y Lo peor de cada casa (1996). Está casado con la investigadora Nancy Ann Looper y reside en la actualidad en Dorset, Inglaterra.

Wednesday, March 08, 2006

LA TRISTEZA Y LOS GATOS

"Imaginabas al gato como funámbulo en la barda cuando tocaron la puerta. La noción de un nuevo encuentro te iluminó los ojos, aunque no evitabas la sospecha de un nuevo engaño. Escéptica, cruzaste la sala, pero tu deseo era incontrolable, crecía de tal forma que cuando detuviste tus pasos estabas segura de él, de su mano en espera, que devolvía los nudillos a las palmas abiertas para después ir a la orilla del sombrero, como si afinara la parte final de un saludo. Preguntaste quién era. No hubo respuesta. De puntas viste por la mirilla el abandono del edificio, las hojas encorvadas de una planta sin dueño. Ibas a volver cuando la duda se hizo más fuerte ¿Habían tocado o era sólo el presentimiento de alguien ahí? Las repercusiones de la equivocación se presentaron tentadoras y llegaron a tu mente con un leve matiz de vacío. ¿Por qué no ir más allá? Decidiste apostar a la invención y, después de unos segundos, la figura en la mirilla se fue haciendo más nítida. Sonreíste al asombro y a la travesura, a la consistencia que adquiría la piel morena y a las líneas que flotaban sobre ella, definidas en mayor parte por la humedad de los ojos grises. Aguardaste unos segundos para reafirmar tu mentira y abrir la puerta. Un momento de indecisión, producto de un pasillo vacío, amenazó con echar abajo tu fantasía: forzaste la vista y sólo así dejó verse, apenado en el quicio de la puerta, esperando tu invitación a pasar. La luz dividía su rostro, delineaba los labios apretados, pacientes de cualquier iniciativa tuya. No hubo más opción que engrosar la voz y ponerla en su boca: “Disculpe, acabo de mudarme al departamento de al lado. Soy nuevo en la ciudad”. Era tu turno y respondiste con palabras tranquilizadoras, que impidieran su inmediata desaparición. Hechas las presentaciones, era lógico pensar en el primer paso del hombre, el principio de un deambular que lo llevaría a la mancha de sombra, junto a la mesa de centro. Nuevas palabras sirvieron para animarlo: “Pase... siéntese” sugeriste temerosa a que diera media vuelta. Moviste los ojos a la estela de frío que dejaba su cuerpo, mientras completabas la curva de la nariz imaginaria, los hombros de aire, el cuello formado en el sueño, los ojos diminutos que comenzaban a poblarse de luz. En el radio se escuchaban los amores tristes de un bolero. “¿Gusta un café?”, “Aguarde aquí, no tardo” Caminaste nerviosa a la cocina. La canción contaba la historia de un amor inconcluso, en las vías de un tren, y casi podías sentir las manos del hombre acompañando las tuyas sobre la estufa, modulando el fuego que hacía burbujear el agua. Regresaste con las tazas en una bandeja. Pensaste que se había ido, pero un temblor en las violetas evidenció su figura, su mirada absorta en los recuerdos sobre el librero, interesada en las pequeñas figuras que para él simbolizaban risas, un retorno a los ruidos habituales que seguía aburrido tras la paredes. El locutor anunció una nueva melodía y los dos permanecían callados, temiendo la reacción del otro. ¿Quiere bailar? preguntaste desconcertada, con palabras que no eran tuyas. Ahora él entraba al juego y ponía su voz en tu boca para pedir un baile. Orgullosa de su iniciativa, dejaste el café en la bandeja y avanzaste al sillón vacío. Fue fácil abandonarse al deseo del baile, mover a ciegas las manos, anclar los dedos en la parte correspondiente a los hombros y seguir las marcas circulares que dejaban los zapatos. Y la imaginación fue tanta que las palabras llegaron solas, porque los ojos –empeñados en buscarse– reconstruían sin querer la esencia de una conversación olvidada. Era tan fácil como ofrecer la mano al contorno del cuerpo, a la extensión que parecía desvanecerse en los giros, arrastrar los pies como títere de trapo que a pesar de su fragilidad, nunca llegaba a desaparecer porque cuando no lo creaban tus ojos, era la música la que lo renovaba cada instante para tenerlo aferrado al baile, a tu voz que rememoraba viajes nunca hechos, fantasías producto de encontrar la soledad hecha un silencio interminable. Acabó la canción. Ya no había sol y la luz del foco daba un color mate a tus mejillas. El hombre recogió el sombrero del sillón, pasó la mano sobre algunos cabellos despeinados; antes de salir, dirigió una mirada indolente al café intacto en la bandeja. Esa noche, insomne en la cama, pensaste en la locura, en las palabras finales del hombre engarzadas en un discurso que en su brevedad abarcaba distintos tipos de magia, el origen del mundo, la secreta convicción de que a cierta hora de la tarde la tristeza y los gatos son irremediables."

Alejandro Badillo

Tuesday, March 07, 2006

La Gouden Carolus Triple

Ficha:

Fabricada desde 1369 Elegida como la mejor cerveza del mundo en el año 2002 (1° lugar y MEDALLA DE ORO en el concurso "THE BEST BEER WORLD CUP" en Estados Unidos). Cerveza rubia fuerte ( 9% Alc. Vol. ) de alta fermentación con mucho lúpulo, logra hoy como antaño la benéfica unión entre la cebada y el lúpulo fino, incluido el cilantro, que le da ese sabor agridulce. Fabricada según antiguos e inalterados procedimientos, a pesar de los avances técnicos, la Carolus Triple es una cerveza no pasteurizada, no estabilizada, vuelta a fermentar en botella y madurada durante 6 meses en las cavas de la cervecería. De alta fermentación, la Carolus Triple se deja envejecer en cavas y se optimiza con el tiempo (un mínimo de 2 años). Esta cerveza rubia de sabor puro y delicado, 100% natural, se logra mezclando únicamente maltas pálidas. Los lúpulos finamente macerados al término de la fermentación le proporcionan un máximo de delicados aromas. Servida con orgullo, catada con respeto, la GOLDEN CAROLUS TRIPLE le ofrece la vitalidad que desea encontrar en una cerveza. Tiene esa fuerza tan solicitada que le brinda su color ideal tanto como su suave sabor que sacia la sed, gracias a su gran variedad de lúpulos suavemente equilibrados. No hace espuma en exceso. Déje que le sirvan... y gócela como un rey,¡ SALUD !

Nota: Esta se la recetó la bella Abigail que desde que me conoce ha aumentado drásticamente su consumo de cerveza. No la pedí debido a que no me emocionan mucho las cervezas claras, aunque el kilataje de la pócima la hace digna de todo mi respeto. Abigail distinguió un sabor amargo que identificó como cáscara de naranjas. El aroma es fuerte y el amargor profundo. Buena cerveza, sin lugar a dudas.

La Gouden Carolus Classic

Ficha de la Golden Carolus Classic:

Fabricada desde 1369 la Carolus Classic ofrece una bella capa oscura con reflejos rojizos y espuma cremosa.Oscura fuerte (8.5% Alc. Vol.) de alta fermentación, es una cerveza no pasteurizada ni estabilizada y vuelta a fermentar en la botella. Madura durante 6 meses en las cavas de la cervecería y se mejora con el tiempo (mínimo 5 años).Garantizando una alta fermentación, y gracias a su elevada densidad de 19 Balling, la Carolus Classic une el calor del vino a la frescura de la cerveza. Esta "cerveza imperial" (primera cerveza exportada por Bélgica a España para el Emperador Carlos V en el sigo XVI ), sigue siendo fabricada según el método clásico llamado de "infusión". Es decir, sin aditivo de ninguna especie. Embotellada después de una larga maduración, sin haber sido sometida a filtración alguna, es 100% natural y particularmente rica en vitaminas. Compuesta por una mezcla cuidadosamente dosificada de diferentes maltas oscuras, ofrece poderosos aromas en los que resaltan toques de plátano, oporto y cereza. Al paladar proporciona una rica amargura con sabor a malta plena de suavidad. De conservación ilimitada, mejora con el tiempo. Le encantará por su color cálido y su aroma refinado. Debido a su riqueza, se tomará mucho más por placer que por sed ¡ SALUD !
Nota:
Esta cerveza la tomé ayer en compañía de la bella Abigail. Recomendada especialmente por el viajero psicotrópico Elías d'Alva. El aroma me pareció un poco áspero aunque debo admitir que hay tersura en el sabor. Después del primer trago se deja ir con suavidad por la garganta. En comparación con la "Trois Pistoles" detallada en un anterior post, esta cerveza me pareció más compacta y con menos diversidad en los sabores, tal vez por el modo de fermentación descrito en la ficha. De todas formas es una cerveza con bastante poder, ideal para alegrar almas o terminar de manera elegante un convite templario.

Saturday, March 04, 2006

THE FRENCHMAN

En Nueva York en el año de 1948 el fotógrafo Philippe Halsman tuvo la oportunidad de conocer a Fernandel, una estrella del cine Francés de la tradición del Vaudeville. Halsman le pidió al actor participar en un experimento fotográfico. Le preguntó cuestiones referentes a América a las que él sólo podía responder utilizando expresiones faciales. Con su ancha y adorable cara de caballo, Fernandel gestualizó respuestas a preguntas como "¿Sigue el francés promedio pellizcando chicas guapas en la multitud?". Las reacciones de Fernandel fueron fotografiadas y el libro resultante de esta inusual colaboración se llamó "The Frenchman" publicado por Taschen en el 2006.
En la fotografía inferior tenemos la reacción de Fernandel a: "Esperamos que Ud haya probado nuestro champagne de California" . A la derecha responde a: "¿Qué medidas está utilizando el gobierno Francés para aumentar la tasa de nacimientos?"
(Traducción del ejote vengador)


Thursday, March 02, 2006

El napoleón de Nothing Hill

Ya venía siendo hora de que se empezasen a publicar las "otras" novelas de Chesterton. Empezábamos a creer que a las editoriales les podían más sus prejuicios anti-católicos que el buen gusto por la literatura, y que el gran público iba a tener que consolar su ansia de novela chestertoniana en la tantas veces reeditada El hombre que fue jueves. En cualquier caso, agradecemos a Pre-Textos la traducción y publicación de la primera de las cinco novelas que escribió este prolífico periodista inglés. La hemos leído tan pronto como ha caído en nuestras manos y no nos ha defraudado. Ahora se nos antoja pedir que un editor valiente se atreva con la traducción y publicación de La esfera y la cruz o El regreso de don Quijote. Serían no sólo éxitos de ventas sino focos de conversión. Pero centrémonos en el libro que nos ocupa. Publicado en 1904, dieciocho años antes de la entrada definitiva de su autor en la Iglesia Católica, El Napoleón de Notting Hill es un exponente claro de armonía entre estilo y contenido, entre - como bien titula la biografía de Pearce - sabiduría e inocencia. Con un argumento disparatado, Chesterton hace danzar a sus personajes en una continua e hilarante comparsa del dislate, mientras, con su arte travieso y afilado va juzgando la modernidad y dejándola como un muñeco de trapo cuyo parecido con lo humano no es más que accidental.La acción está ambientada en el Londres de 1984, en un mundo dominado por las grandes potencias y gobernado por absurdas burocracias económicas. Inglaterra se parece mucho a la Inglaterra de 1904, pero su afán democrático ha hecho que el Rey se escoja ahora a suertes entre los funcionarios. Como nos dice el narrador: "la democracia había muerto, porque nadie tenía interés en que la clase gobernante gobernase. Inglaterra se convirtió prácticamente en un despotismo, pero no hereditario. Algún miembro de la clase funcionarial era nombrado Rey. A nadie le importaba cómo, a nadie le importaba quién fuera. No era más que un secretario universal." Muerto el Rey se proclama uno nuevo, Auberon Quinn, un personaje dislocado, un romántico vencido por la locura que va a fracturar con sus inesperadas leyes la preciada normalidad de los londinenses. Así, decreta una división de la ciudad en muncipios medievales, construyendo murallas divisorias, diseñando uniformes multicolores y estrafalarios - distintivos de cada uno de los barrios -, dictando nuevos modales para la corte, ... El resultado es lo que tanto le gustó a Chesterton, poner el mundo del revés y, entre paradojas, saltos y volatines, hacer confesar a sus personajes los secretos de la modernidad. Como dice el desnortado Rey: " paseando por una calle con el mejor puro del cosmos en la boca y más borgoña en mi interior que el que hayas podido tomar en toda tu vida, he deseado ver convertirse una farola en un elefante, para salvarme así del infierno de una existencia vacía. Hazme caso, mi evolucionista Bowler: no des crédito a quien te diga que la gente buscaba una señal y que creía en los milagros porque era ignorante. No, creía en ellos porque era sabia, cochina y vilmente sabia, demasiado sabia para tener la paciencia de comer, dormir o calzarse las botas. Tengo la deliciosa sensación de hallarme ante una nueva teoría del origen de la Cristiandad, de suyo no poco absurda. Anda, toma un poco más de vino."Merece la pena, pues, leer esta novela, por asistir a esta metáfora de la caída de la sociedad cuyo modelo nos viene de las ideas que subyacen en la Revolución Francesa. Tras su propia autodestrucción, nos dice el autor, lo único que queda es la naturaleza humana, que busca su origen y camina hacia su destino, reconciliados ya el hombre moderno y su tradición, adentrándose juntos en un "mundo desconocido".

Jorge Martínez

Agradecimientos y anuncios

Agradecimientos a mi domadora Abigaila por la remodelación de Café Bagdad. Tony Curtis ascendió un poco más a la superficie, el tag-board está más a la mano. El contador cuenta lento pero seguro. Anuncio el próximo evento de los hijos de bukowski: "Celebrate examination Odiseo Larios" Cita en casa de Giovanni el próximo Sábado. Lleven sus envases de cerveza. Psicotrópicos administrados por Elías D'Alva.